En una entrada anterior, http://catastreros.blogspot.com.es/2013/07/es-posible-hacer-el-trabajo-de-campo-de.html
, ya tuve ocasión de comentar cómo lo que habitualmente conocemos como “trabajo
de campo” constituye uno de los talones de Aquiles de las actividades
catastrales. Decía entonces que “Un dato
erróneo por una mala captura en campo es un conflicto futuro asegurado, que
además compromete a todos los que intervienen en el proceso. …… Los periódicos
están llenos de noticias, muchas veces infundadas, en las que la aparición de
algunos errores puntuales (obtenidos en la fase de captura de datos) sirve para desacreditar todo el proyecto de
actualización catastral.”
Como ejemplo, esta reciente
noticia publicada en un diario digital español. El titular -“Cuando el Catastro te "tima": Esto
es una subida de impuestos encubierta"-, se complementa con el
siguiente subtítulo: -“Alarma vecinal en
Madrid. Varias personas acusan a Hacienda de incrementar injustamente el valor
de su propiedad”-. La noticia se refiere al proceso de regularización
catastral, ya explicado en otras entradas del blog, gracias al cual se están
integrando al Catastro un número muy significativo de inmuebles y de reformas
que sus propietarios no habían declarado, cómo era su obligación.
Cita un caso concreto,
-presumiblemente un error-, y lo generaliza desacreditando con ello todo el
proceso, sin dar valor a la información oficial del Ministerio de Hacienda y
Administraciones Públicas, según la cual Madrid ha sido una de las ciudades con
el menor número de alegaciones presentadas, -no llegan al 2%-. A pesar de ello,
el periodista no ha podido evitar usar
expresiones como “timo” y “alarma social”. Los medios de comunicación de España y
Latinoamérica están llenos de ejemplos donde se repiten casos como el citado.
Puedes ver la noticia citada en el siguiente enlace: http://www.elespanol.com/espana/20170604/221228204_0.html
Pero volvamos al objeto de esta
entrada, que no es otro que plantearnos si un tema tan crítico para los
procesos catastrales, como lo son los trabajos de campo, pueden hacerse “de
otra manera”, y especialmente si la utilización de nuevas tecnologías aporta
ventajas y mayor calidad en los procesos de captura de datos. En este caso le
toca el turno a la tecnología conocida como “mobile mapping”, o mapeo móvil.
El mapeo móvil consiste en la
integración de diferentes métodos que permiten la captura automatizada y masiva
de datos, en un corto espacio de tiempo.
La singularidad es que esta captura se realiza instalando los equipos sobre coches, trenes o cualquier otro vehículo,
dependiendo el uso o finalidad del producto final. Existen también ya opciones
de trabajo instalando los equipos en una mochila ligera, lo que permite hacer
el recorrido a pie.
Básicamente se utilizan cámaras
de levantamiento con sensores para tomar y georreferenciar imágenes de alta
resolución de forma automática, o bien un escáner laser. Además es necesario contar
con GPS y una unidad de medición inercial, que permitan mejorar la precisión de
los datos levantados.
Según se desprende de la
publicidad que aportan las empresas que ofrecen estos servicios, la aplicación
combinada de estas tecnologías permitiría obtener datos precisos para realizar mediciones
de distancia, alturas, digitalización de puntos, líneas y polígonos,
georreferenciación de elementos verticales, y prácticamente de todos los elementos
que pueden verse en una calle (edificios, farolas, bordillos, alcantarillas,
vegetación, etc. ).
Sin dudar de la espectacularidad
y potencialidad de estas tecnologías, nos surge la duda de hasta qué punto
pueden remplazar a los sistemas tradicionales utilizados en Catastro.
¿Podemos sustituir con esta
tecnología a los procedimientos tradicionales utilizados para elaborar
cartografía catastral?. Como ya he hecho en otras ocasiones, invito a mis
amigos ingenieros geográfos, topógrafos y agrimensores a que opinen sobre ello,
pues son los que pueden hacerlo con autoridad. Pero no puedo dejar de dar mi
opinión personal, inexperta y basada sólo en las demostraciones que he podido
presenciar.
Me parece que hay dos escenarios
distintos a considerar: por un lado, la confección de una cartografía catastral
urbana completa (escalas 1:500 o 1:1000), y por otro la realización de unos
trabajos de corrección de errores o actualización de una cartografía catastral
previa ya existente.
En el primer escenario, -la
confección de una nueva cartografía catastral-, estimo que estas nuevas
tecnologías no pueden hoy por hoy sustituir al sistema actual, basado en vuelo,
apoyo y restitución, y ello fundamentalmente por dos razones:
-En primer lugar, por las propias
limitaciones de los vehículos utilizados, que no puede acceder a todas las
áreas de las ciudades (por ejemplo, los patios y espacios interiores). Las
cámaras o sensores montados en disposiciones que permiten la generación de ambientes
en 360° no resuelven estas limitaciones.
-Y en segundo lugar, porque la
tecnología LIDAR embarcada en estos vehículos sigue teniendo las limitaciones
que ya vimos en otra entrada de este blog, cuando planteamos su posible
aplicabilidad a la generación de la cartografía catastral, y en que sugeríamos
que LIDAR es, hoy por hoy, un complemento muy útil de las herramientas tradicionales,
pero no las sustituye. http://catastreros.blogspot.com.es/2013/01/una-cuestion-para-mis-amigos-topografos.html
Sin embargo, las técnicas de mobile
mapping sí parecen muy adecuadas para mejorar la calidad y corregir los
defectos de las cartografía catastrales ya existentes. En la siguiente imagen
podemos ver un ejemplo claro de ello. Un voladizo, que en la restitución inicial
no se distingue, da lugar a interpretar la existencia de un edificio y genera
un error en la cartografía.
Mediante el recorrido con mobile
mapping se detecta fácilmente el error, y se obtiene todos los datos necesarios
para corregir dicha cartografía. Es un
ejemplo claro de la utilidad de la herramienta para este tipo de correcciones,
lo que nos permite pensar en estudiar su utilización sustituyendo a las
brigadas de campo tradicionales encargadas de estas labores de depuración,
generando con ello una actividad más eficiente: menor coste, menor tiempo de
ejecución de los trabajos e igual calidad en los resultados.
cambios como son crecimientos en altura, terrazas exteriores, pequeños porches, cerramientos, etc...más difíciles de identificar desde un vuelo y para lo que se necesita información gráfica de detalle, ahí es donde entra MoMa como complemento al lídar y sustituto de toma de fotografías a pie o mediciones por topografía más clásica. Si además das la capacidad de medición sobre las imágenes, es una prueba métrica y gráfica de la realidad.
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