viernes, 2 de marzo de 2012

Es imprescindible invertir en Catastro. No hacerlo es perder una gran oportunidad.

¿Ante la crisis sólo caben recortes?. ¿Cómo generar ingresos públicos en el escenario actual?. Varios medios de comunicación abren hoy con comentarios sobre la necesidad de generar ingresos tributarios cómo única vía para alcanzar el nivel de déficit marcado por la UE, ante la imposibilidad de alcanzar la cifra sólo con recortes. Todos los comentaristas hablan del IVA, y muchos anuncian una inevitable subida, a pesar de la negación por determinados miembros del Gobierno. Pero ninguno habla del IBI.
Y, sin embargo, el IBI es el único gran impuesto cuya recaudación neta sigue creciendo en pleno escenario de crisis, precisamente por su efecto anticíclico.

En el interesantísimo libro sobre “Las reformas de los procedimientos de valoración colectiva de carácter general. Aplicación al Municipio de Madrid”, publicado por la Dirección General del Catastro, que comenté en otra entrada anterior, se incluye una valiosa información, que no debería ser desestimada por los responsables de nuestra economía. Tres datos recogidos en esa publicación merecen ser destacados en este debate:
-Evolución del peso del IBI en el PIB (en %)

AÑO
% del PIB
2004
0,72
2005
0,73
2006
0,74
2007
0,76
2008
0,80
2009
0,95
2010
1,00

 -Evolución de la base imponible del IBI.

Valor catastral (millones de €)
Año
Total
2007
1.467.638
2008
1.682.823
2009
1.874.620
2010
2.016.387
2011
2.073.355

 -Comparación de los volúmenes de recaudación de IBI e Impuesto de sociedades en 2007 y en 2010 (en millones de euros):

Año
IBI
Imp. Sociedades
2007
7.300
45.000
2010
10.000
17.000

* los datos provisionales de recaudación del IBI en 2011 indican

 que se superaron los 10.100 millones de euros.

Estos ingresos provienen de tres tipos de acciones: el incremento de los tipos de gravamen, el aumento del valor catastral, que es la base imponible del impuesto, y la ampliación de la base por incorporación al Catastro de nuevos inmuebles que anteriormente no tributaban. En todos los casos, estas medidas sólo son posibles por la acción previamente desarrollada por el Catastro, directamente o a través de la colaboración municipal.
Además, estos ingresos sanean directamente las finanzas municipales, lo que permite que los Ayuntamientos asuman con ellos los pagos a proveedores pendientes, con lo que el dinero recaudado retorna inmediatamente al ciclo productivo.

Si hace falta genera ingresos y el IBI es el único impuesto con músculo y recorrido para seguir creciendo, parece evidente que la solución inmediata es invertir en Catastro. Si usted fuese empresario en el escenario de crisis actual, ¿en cual de sus dos empresas invertiría los escasos recursos financieros de los que dispone: en la que produce pérdidas o en la que genera ingresos y tiene potencial para generar todavía más?. La respuesta es obvia.
Ojalá a los responsables de la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado también se lo parezca.

1 comentario:

  1. Muy interesantes los datos que aporta. No obstante, para profundizar en el camino que se propone, creo que es indispensable avanzar en dos aspectos al mismo tiempo:
    1) Transparencia en las políticas públicas locales con carácter general, y en particular explicar al ciudadano en qué medida son financiadas con los recursos obtenidos por IBI. Si se toma en consideración la cuota media anual de IBI (alrededor de 300 euros, aunque con carácter general los valores son sustantivamente superiores en las ciudades, es fácilmente comprensible que 25 euros mensuales por inmueble es una cuantía claramente insuficiente para financiar policía local, servicio de bomberos, reposición de equipamiento público, etc. con independencia de que incluya o no el servicio de recogida de basuras. Tampoco se puede olvidar que muchos ayuntamientos han asumido responsabilidades, es decir costes, en la atención a personas mayores o sin recursos. Es obvio que el ayuntamiento tiene otras fuentes de financiación, como la participación en ingresos del Estado. Desde mi punto de vista, no hay visibilidad en este tema y es indispensable concienciar a los ciudadanos sobre la necesidad de financiar los gastos de su ciudad, sin perjuicio de que se debe ser exigente a la hora de votar y evaluar si se ha gestionado eficientemente los recursos aportados. Sin lugar a dudas mejoraría el debate político en las campañas electorales.
    2) Facilitar mecanismos de pago a los ciudadanos, trimestrales/ cuatrimestrales o semestrales. Resulta un tanto incomprensible la queja habitual de los ciudadanos en relación con el pago del IBI, en términos medios, 300 euros de cuota como avanzaba anteriormente, y sin embargo, no son frecuentes las quejas acerca del pago de 3.000 o 6.000 euros en concepto de cuota de IRPF, máxime si la declaración por este tributo conlleva una devolución, por pequeña que sea. Está claro que el mecanismo de retención en la fuente obra un pequeño milagro.
    Ax

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