La Directiva 2014/24/UE insta a
los países miembros de la Unión Europea a implementar la metodología BIM (Building
Information Modelling) en todos los proyectos constructivos de financiación
pública. Como consecuencia de esta obligación, el Gobierno ha anunciado que la
metodología BIM será obligatoria para licitaciones de edificación a partir de diciembre
de 2018. Y todo hace prever que en los próximos años esta obligación se
extenderá a la totalidad de las acciones de edificación y rehabilitación, tanto
públicas como privadas.
BIM, o el Modelado de Información
para la Edificación, es una representación digital de las características
físicas y funcionales de un edificio, que permite además intercambiar
información a lo largo de su ciclo de vida. Su objetivo es centralizar toda la
información del proyecto en un modelo de información digital creado por todos
sus agentes.
BIM no es un software, sino una
forma de trabajo integrada que se apoya en diferentes aplicaciones de diseño y
modelado ya existentes, garantizando que la información que se obtiene de ellas
está conectada entre sí, lo que permite su actualización en tiempo real.
Esta metodología integra las 3
dimensiones del edificio interconectadas entre ellas, al tiempo que genera de
forma automática toda la documentación del proyecto: diseño, cálculo,
materiales, presupuestos, planificación, estructuras, etc. Además, BIM va más
allá de las fases de diseño y ejecución, extendiéndose a lo largo del ciclo de
vida del edificio, permitiendo obtener fácilmente información sobre su evolución
tanto en sus aspectos funcionales (estado de conservación, etc.), como económicos
(costes de operación, mantenimiento, etc.).
En definitiva, y como se resume
en la siguiente imagen, BIM aparece como una extraordinaria fuente de
suministro de datos para el Catastro:
La cuestión del 3D en Catastro no
es en absoluto nueva, aunque sí parece que está evolucionando de forma
significativa en fechas recientes debido a los cambios considerables que se
están produciendo en las herramientas tecnológicas disponibles para el
tratamiento de datos de suelo y edificios. Como prueba del interés del Catastro,
recomiendo estudiar esta presentación de José Miguel Olivares, Amalia Velasco y
Luis Virgos, donde se analiza claramente el alcance del proceso de análisis que
se viene haciendo en la Dirección General, y la oferta disponible de este tipo
de datos en la actualidad:
Como se indica en la presentación,
el Catastro necesita “información dentro
del edificio, la distribución de cada propiedad, las áreas comunes,….”.
Para tratar esta información se creó el formato FXCC, donde se representa cada
planta y, dentro de cada una, las distintas unidades susceptibles de ser objeto
de propiedad independiente (viviendas, oficinas,…). FXCC también contiene fotos
de la fachada.
Avanzando en esta línea, la Dirección
General del Catastro ha desarrollado un modelo para representar edificios en 3D
en formato KML, pero estos modelos no se almacenan en la base de datos del
Catastro, sino que se generan en tiempo real en base a la información vectorial
de los objetos.
Sin embargo, la Directiva
INSPIRE, en cuyo Anexo 3 están incluidos los edificios, es mucho más exigente
respecto a la puesta a disposición a los ciudadanos de la información de los
edificios por parte de los catastros europeos.
La propia Dirección General del Catastro español participa activamente
en el Grupo de Trabajo Temático de Edificios, que está definiendo los criterios
técnicos para la plena aplicación de la Directiva en relación con estos
objetos, llegando a la conclusión, como se señala en la misma presentación, que
con el actual modelo utilizado existen dificultades importantes para ofrecer
los datos de los edificios en 3D adaptados a INSPIRE.
En concreto, se señala que para
poder ofrecer los datos de cada una de las unidades (viviendas, oficinas,
locales, etc.) existentes dentro de un inmueble atendiendo a los requerimientos
de INSPIRE, tendría que generarse la geometría en 3D de cada una de estas
unidades, así como asignar un identificador único para cada unidad.
Además, una de las consecuencias
importantes de esta limitación es que con la situación actual el Catastro no puede
ofrecer a los ciudadanos toda la información de la que dispone.
A toda esta situación se suma el
hecho de que los actuales modelos de captura automática de datos, a través de
los formatos electrónicos de presentación de Declaraciones de alta o modificación
de edificios en el Catastro, no están preparados para recibir y validar la
información necesaria para mantener, actualizar y distribuir una buena
información 3D de cada uno de los edificios existentes en España.
En este escenario, y en apoyo de
los importantes trabajos que se están ejecutando en la Dirección General del
Catastro, es donde BIM puede aportar la metodología disruptiva que permita el
desarrollo e implantación de un auténtico modelo 3D de los edificios recogidos en
su base de datos.
La integración con BIM debería
permitir alcanzar, al menos, tres objetivos:
-Obtener directamente toda la información
física, jurídica y económica de cada edificio construido o reformado, para actualizar
automáticamente las bases de datos del Catastro, a nivel de cada unidad
diferenciada existente dentro del edificio.
-Generar modelos que permitan
avanzar significativamente respecto a los ahora utilizados para definir
indicadores económicos (valores), y muy especialmente en lo relativo a los costes
de construcción, todavía basados en criterios no objetivables.
-Y finalmente, aunque en absoluto
en último lugar, BIM permitiría obtener
automáticamente la geometría en 3D de cada una de estas unidades, necesaria
para la plena implantación del modelo INSPIRE.
En definitiva, debería considerarse
la posible utilización de BIM como una
metodología eficaz para mejorar el actual modelo catastral español, logrando
con ello un salto cualitativo realmente importante no sólo en lo que respecta
al dato, sino también en la integración dentro del “ecosistema” catastral de
todos aquellos futuros usuarios de BIM.
Finalmente, a través de BIM
podemos imaginar la apertura del Catastro hacia otras funcionalidades que están
ya siendo demandadas desde la sociedad, como por ejemplo el desarrollo de
modelos de “catastros verdes”, puesto que nos permitiría saber el impacto
energético de cada uno de los materiales que componen la obra y generar
automáticamente sistemas fiables de certificación energética, tal y como ya
comentamos en otra entrada del blog titulada “La información catastral y la eficiencia
energética de las edificaciones”, que puedes encontrar en el siguiente enlace:
diseño bimBIM | Coordinación Multidisciplinaria y Detección de Interferencias, Plan de Ejecución, Implementación ISO 19650, Modelos As Built para AM/FM, 4D y 5D.
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