En todos los proyectos de
actualización del catastro, la fase de trabajo de campo es crítica. No es
sencillo capturar un gran número de datos, en poco tiempo, visitando inmuebles
muy distintos y en muchos casos con largos desplazamientos. Además, la necesaria
exigencia de los responsables de los sistemas catastrales para que se garantice
en todo caso la calidad del dato, introduce una mayor dificultad en el trabajo.
La captura de datos de campo en
procesos masivos repite, en muchos casos, algunos errores. Muchos de ellos son
consecuencia de que, siendo este un trabajo para muy buenos especialistas, lo
frecuente es que en estas campañas con plazos breves de ejecución se contrate personal masivamente, sin que en todos
los casos reciban la adecuada capacitación.
Todas estas circunstancias
introducen mucho riesgo en los trabajos de actualización catastral. Un dato erróneo
por una mala captura en campo es un conflicto futuro asegurado, que además
compromete a todos los que intervienen en el proceso. Compromete a la empresa
que capturó el dato por primera vez, que tendrá que depurar el error
generalmente a su costa, lo que puede amenazar los beneficios previstos si han
de repetirse de forma generalizada los trabajos. Y compromete definitivamente a
las instituciones responsables de los catastros, que pueden ver su actividad
cuestionada por los ciudadanos que sufren los errores. Los periódicos están
llenos de noticias, muchas veces infundadas, en las que la aparición de algunos
errores puntuales sirve para desacreditar todo el proyecto de actualización
catastral.
En este escenario, y dejando
aparte la captura de los datos jurídicos, ¿puede realizarse el trabajo de campo
necesario para obtener la fotografía de fachada y la descripción física del
inmueble (incluyendo los croquis necesarios, en España el FXCC) sin visitar el
edificio?. ¿Puede hacerse el trabajo de campo “de otra forma”, en aquellos
entornos dónde la tipología urbana lo permite, utilizando las tecnologías ya
disponibles?.
En España unas pocas empresas
creen firmemente que esto es posible, y han apostado fuertemente por los sistemas
para capturar estos datos basándose en la tecnología, especialmente en la ortofotografía oblicua.
Según las experiencias desarrolladas esta metodología permite por supuesto
obtener fotografías descriptivas de calidad de todas las fachadas, pero también
toda la información necesaria para definir las medidas de planta y alzado,
identificar distintas alturas y elementos bajo cubierta y bajo rasante, describir
las características constructivas, y aportar todos los demás datos necesarios
para actualizar tanto las bases alfanuméricas del catastro como la cartografía,
mediante el correspondiente croquis.
Si esto es así, y no hay motivo
para dudarlo, las autoridades responsables de definir las características
conforme a las cuales ha de desarrollarse el trabajo de campo para la captura
de datos catastrales deberían plantearse introducir referencias expresas a
estas metodologías en los respectivos pliegos de condiciones, puesto que es
indudable que suponen una ventaja frente al método tradicional, reduciendo el
número de personas necesarias para la captura de datos, evitando desplazamientos
y pérdidas inútiles de tiempo en la localización de cada inmuebles, y suprimiendo
definitivamente errores humanos en la captura de la información.
La imagen es propiedad de la
empresa i3Dat.
Totalmente de acuerdo en tu publicación, yo e vivido esa fase de los trabajos de catastro en mis propias carnes y soy de la opinión de que se deberían aprovechar de manera mas intensa las nuevas tecnologías e ir depurando los errores que pudieran generar , no hay duda que estos nuevos métodos de trabajo serán los que en un futuro próximo se usen de manera generalizada y agilicen de manera importante el desarrollo de los trabajos de campo, que pasaran a ser totalmente trabajos de gabinete y en ocasiones puntuales siempre podemos comprobar en campo la realidad física del bien inmueble.
ResponderEliminarEstimado igancio;
Eliminares un placer saludarle y , como simepre, agradecerle el interés y sensiblidad que muestra por los temas castastrales, aunque actualmente su trabajo esté relacionado con el tema catastro-tecnología; no olvidad la cantidad y calidad de años que ha dedicado al trabajo catastral dentro de la administración. El tema que pone sobre la mesa es muy interesante, novedoso ( para su aplicación en la revisiones) y trata el temas de la eficiencia en los trabajos ( especialmente dentro de la administración). Las aplicaciones SIGCA 2, SIEGECA Y SAUCE han avanzado bastante en esta linea... pero el camino será duro y largo... pero somos optimistas. Mi opinión- compartiendo la linea argumental del post y de la respuesta dada- se centra en la dificultad añadida de la tipificación, catergorías asigandas, usos dentro del inmueble y asiganción correcta de los coefientes correctores a aplicar tanto al suelo como a la construcción... creo que la posible solución para la minimización de errores debería abrazar el camino de la combianción de aspectos tecnlogicos como hunanos ( con más o menos trabajo de campo)... y como muestra no tenemos nada mas que fijarnos en la parte derecha de este WEB y en la sección de noticias relacionadas con el catastro, podemos apreciar el conflicto surgido en Almería con la aplicación de forma incorrecta del coeficiente A) de fachada a varias calles...¿ qué opinión de merece todo esto desdeel punto de vista de un profesional que ha ocupado durante muchos años responsabilidad dentro de la Dirección General?
Un cordial saludo.