La delimitación de los límites administrativos (entre comunidades autónomas, municipios e incluso naciones) es un problema que aparece
de forma permanente en las mesas de los técnicos de Catastro. Un dato que a priori cabría presumir como correcto y
objetivo, por el mero hecho de la propia existencia de estos límites durante cientos
de años, aparece en muchas ocasiones de forma confusa, e incluso
contradictoria, dando lugar a permanentes conflictos. El tema se agrava cuando
distintas cartografías oficiales representan de diferente forma lo que debía ser
una “línea única”, con graves consecuencias puesto que la correcta delimitación
del territorio a través de sus linderos es la única vía eficiente para permitir
al ciudadano conocer hasta donde puede aplicar sus derechos y obligaciones, al
igual que permite a las distintas administraciones aplicar su jurisdicción.
A lo largo de la historia han existido multitud de conflictos
–incluso guerras- derivados de linderos mal definidos, conflictos que sólo
pueden evitarse con una correcta delimitación. Esta es la idea base del trabajo publicado por
Carmen Femenia, Gaspar Mora y otros profesores del Departamento de Ingeniería
Cartográfica, Geodesia y Fotogrametría de la Universidad Politécnica de Valencia, donde a partir de una
experiencia específica- el estudio de los términos municipales de la Albufera
de Valencia- , obtienen importantes conclusiones sobre cuál es el estado de la
cuestión en España.
Como primera idea sorprendente, dado el actual desarrollo de
las “ciencias de la tierra”, parece que no
disponemos en España de un registro completo donde se indiquen las coordenadas
del perímetro de los municipios, a pesar de que desde el punto de vista
legislativo han de inscribirse obligatoriamente en el Registro Central de
Cartografía (RCC), tal como estipula el Real Decreto del 2007 del Sistema
Cartográfico Nacional (SCN); que desarrolla la Ley de Ordenación de la Cartografía
(LOC) del año 1986.
Sin embargo, este trabajo si se realizó. En las últimas
décadas del siglo XIX y primeras del XX el antiguo Instituto Geográfico y Estadístico desarrolló un importante esfuerzo para determinar el límite entre todos los municipios
existentes en España. Se llegaron a realizar los deslindes oficiales de todos los
municipios españoles, siendo también amojonados. Sin embargo a fecha actual
muchos de los mojones han desaparecido, mientras que la representación de otros
en los distintos mapas oficiales no
coincide con su posición física en el
terreno, es decir sus coordenadas no son correctas.
En la cartografía catastral de rústica, las parcelas que se
encuentran en la línea de término entre municipios se reflejan en algunos
planos de polígono tal como aparece en el siguiente ejemplo de este
plano catastral del término municipal de Valencia en su límite con L’Alcudia. Una representación que pone
en evidencia las discordancias que existen entre límites de propiedad y límites
administrativos.
Las parcelas señalas con * son espacios en blanco, que quedan fuera del sistema.
Para apreciar la diversidad de fuentes, en muchos casos
discrepantes, este estudio ha tenido que manejar información procedente de los
siguientes organismos: Instituto Geográfico Nacional (IGN) y Centro Nacional de
Información Geográfica (CNIG), Instituto Cartográfico Valenciano (ICV), Dirección
General de Catastro (DGC), Archivo Histórico del Reino de Valencia, Junta Rectora
de la Albufera de Valencia y Cartografías de los Ayuntamientos de Valencia y
Sollana. En este caso mucha información no significa más calidad del dato, sino
exactamente lo contrario.
Las conclusiones del trabajo deben ser motivo de reflexión
para todos los que apreciamos la calidad de la información catastral. Como consecuencia del trabajo realizado se
han encontrado incongruencias en diversas parcelas situadas entre la línea
límite original deslindada oficialmente y el borde del lago de la Albufera,
incluyendo parcelas nuevas ganadas al lago, ubicadas íntegramente dentro del
término municipal de Valencia pero que tributan en otros términos municipales.
En concreto, se ha estimado en unas 700 las parcelas que
estando incluidas en el término de
Valencia, tributan a efectos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles en otros
términos. ¿Son extrapolables estas diferencias a las delimitaciones entre todos
los términos municipales?. La pregunta no es baladí, si tenemos en cuenta que son
más de 7.500 los municipios que se integran en el modelo común de Catastro en
España. Por poner un ejemplo, si estimamos una media de 200 parcelas en cada
municipio mal definidas por cuestiones de inadecuada delimitación de los
límites administrativos, -cifra muy por debajo de la obtenida en el estudio-,
tendríamos un millón y medio de parcelas con problemas de delimitación y, en
muchas ocasiones, también inadecuada tributación.
Concluyen los autores reclamando la existencia y
mantenimiento de una única línea de término municipal, definida por sus
coordenadas en un sistema de referencia y proyección determinado, integrando
toda esta información en el Registro Central de Cartografía, para que pueda -y deba- ser utilizada por cualquier
administración, empresa o particular que lo requiera. Para ello, también es
necesario el diseño de una metodología que permita la recuperación de dichas
líneas, a la mayor brevedad posible.
Sin duda, recomiendo la lectura del trabajo citado, que puedes
encontrar en:
Modelos de mojones. Las imágenes han sido tomadas del artículo citado.
Puede que interese también el trabajo que en este sentido están realizando por la Junta de Extremadura. Una iniciativa que parte de ingenieros en Topografía y Geodesia vinculados con ayuntamientos y la Consejería de Fomento conscientes de los graves problemas que acarrea la deficiente definición de las líneas de término y cansados de la desidia que en este sentido han mantenido siempre los organismos que debería tener resuelto este problema, como el IGN y la Dirección General del Catastro.
ResponderEliminarSi esperas que la pandilla de incompetentes del IGN hagan algo vas listos.
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