Durante años los catastreros
hemos proclamado y demandado la existencia de un modelo de catastro multifinalitario,
o multipropósito, que sería aquel cuyos datos están disponibles para su
utilización por todo tipo de agentes tanto públicos como privados. Siendo la
base de datos catastral gráfica y alfanumérica uno de los más potentes sistemas
de información geográfica existentes en nuestros países, parece obvio que esta
información se encuentre disponible para atender otras muchas necesidades, más
allá del uso fiscal tradicional.
En España, y en otros países
latinoamericanos donde se ha apostado fuertemente por políticas de open data, se ha avanzado mucho en esta
línea. Sin embargo, en muchas ocasiones la voluntad de extender el uso de la
información catastral a otros usuarios se ve limitada no por decisiones
políticas o institucionales, sino por defectos en las propias bases de datos que
tienen que interactuar. ¿Podemos hablar de un verdadero catastro
multifinalitario cuando existen graves descoordinaciones en las nomenclaturas
de las calles, lo que impide conectar eficazmente la información catastral con
la urbanística, por citar un ejemplo muy frecuente en Latinoamérica?. Por poner
otro caso, sin no existen sistemas que nos permitan identificar con precisión a
cuál de los miles de “José Fernández” nos referimos (en todos nuestros países tenemos
miles de ciudadanos con el mismo nombre), ¿puede realmente utilizarse la
información de titulares catastrales para otros fines, con garantía de éxito?.
En definitiva, no sólo basta con
querer que la información catastral tenga una vocación multifinalitaria, sino
que es necesario que técnicamente esto sea posible.
En este escenario es dónde entran
los “Modelos de Datos Analíticos”, que permiten el análisis de las base de
datos desde conceptos mucho más complejos en comparación con los modelos de
análisis tradicional, superándose así lo que en nuestro ámbito catastral ha
sido un hecho: que la informática no siempre ha podido atender los
requerimientos que demanda un auténtico modelo de catastro multifinalitario.
En este entorno, la expresión
cada vez más oida es “Big Data”. A
partir de la necesidad de proporcionar al usuario una visión analítica de 360 grados
sobre temas tan distintos como los usuarios, los productos, los objetos, las transacciones
inter-ligadas de varias bases de datos, etc., surge el concepto de Big Data. También es
conocido por otros términos como Big Data Analytics, Value Data, Smart Data,
entre otros. Lo importante de esta tecnología es que permite atender simultáneamente
necesidades variadas y complejas, tales como: almacenamiento y procesamiento masivo
en grandes bases de datos,
heterogeneidad de datos muchas veces procedentes de fuentes diversas, integración,
fácil explotación de datos, análisis avanzado y data mining. Y además en
entornos de fuerte dinamismo, en los que estos datos están permanentemente cambiando,
como ocurre con los miles de datos que se actualizan diariamente en los
catastros de nuestros países.
Asimismo, otro de los factores
que pueden hacernos pensar en el Big Data como tecnología aplicable a la
gestión catastral se refiere a su capacidad para lograr una mejor explotación
de la información obtenida a través de dispositivos móviles, tales como dispositivos
de geolocalización, lo cual lo hace más atractivo aun para el mundo catastral.
Sabemos que en nuestros países
conviven bases de datos de contenido territorial que no siempre ha sido posible
coordinar, a pesar de existir voluntad para ello. La diversidad de la
información contenida en estas bases de datos y la falta de homogeneidad han
sido un obstáculo permanente para lograr un auténtico catastro
multifinalitario. Las experiencias para
mejorar la coordinación y la vinculación entre el catastro y los registros de
la propiedad es una buena prueba de ello. ¿Será a través de Big Data donde estará la solución a
estas cuestiones?.
Para aquellos que estén
interesados en profundizar en el tema recomiendo la lectura del
artículo de Luis Carlos Molina Félix titulado “Del Data Mining al Big Data”,
por su fácil lectura y pedagogía. Podéis encontrarlo en:
El siguiente paso será un modelo de catastro Big Data y en Cloud, pero esto lo dejamos para una próxima entrada.
la información catastral es eso... información con fines fiscales, pero no es cartografía. Si quisieramos que fuera una base cartográfica habría que hacerlo todo de nuevo.
ResponderEliminarDe anónimo a anónimo.
ResponderEliminarNo se a que se refiere cuando dice que la información catastral no es cartografía. Tampoco se si hace mención a un país concreto y en ese caso desconozco el alcance de su aseveración categórica. Lo que si puedo decir es que en España la cartografía catastral representa una base cartográfica que sirve para multitud de fines, y aunque mejorable como cualquier cosa, es un ejemplo y un referente dentro de la Infraestructura de Datos Espaciales a nivel nacional e internacional.