En los pasados días el Gobierno
griego ha dado publicidad a los pliegos para contratar los trabajos de descripción
catastral e implantación de los servicios de apoyo, destinados a la creación de
un catastro nacional. Supone un importe total de 572.076.228 Euros sin IVA,
distribuidos en 28 lotes, que incluyen el 60% de la superficie del país,
aproximadamente.
Por la cuantía anterior es
evidente que ha llegado el momento, ahora parece que de manera definitiva, de
crear y establecer el catastro de Grecia, único país de la Unión Europea donde
no existe un sistema catastral establecido conforme a los estándares mínimos
exigibles.
En esta ocasión el proyecto
vuelve a surgir como consecuencia de la intervención de Grecia por la Unión Europea,
e incluso, aunque no he podido confirmar esta información, parece que la
iniciativa es financiada con una combinación de recursos propios del gobierno
griego y recursos del Fondo Europeo de Desarrollo Regional. El cliente es E.K.X.A. S.A., la Agencia Nacional de Cartografía y
Catastro, de nueva creación, y que sustituye a la entidad antes denominada
KTIMATOLOGIO.
El objeto del trabajo se centra
en dos actuaciones diferenciadas:
-Levantamiento catastral típico,
sobre todo de zonas rurales, elaboración de cartografía digital a partir de una
ortofotografía ya existente, y trabajo de campo para identificar las parcelas y
los derechos que recaen sobre las mismas.
-Distintas acciones dirigidas a los
propietarios interesados, durante los siguientes siete años, para que aporten
toda la documentación acreditativa de sus propiedades, y presenten observaciones
y alegaciones. En muchos casos no existen títulos formales ni antecedentes
sobre los que trabajar, pero si derechos ganados mediante la usucapión.
La información capturada se
integrará en el Registro de la Propiedad, constituyendo la base de la operación
de saneamiento masivo del sistema de propiedad inmueble de Grecia. No parece que se quiera la captura
de datos de las edificaciones, ni se vincula el proceso a la implantación de
mejoras significativas desde el punto de vista del impuesto sobre la propiedad
de los inmuebles.
Es de destacar que la Dirección
General del Catastro de España ha colaborado en el
desarrollo del modelo griego, donde se valora especialmente el sistema
catastral español, por varios motivos. Entre ellos no es menor la afinidad
cultural que existe entre los dos países mediterráneos. De hecho, para los que
tuvimos la ocasión de vivirlo, la metodología ahora seguida recuerda mucho a
los trabajos desarrollados en España para la modernización del catastro de
rústica, donde se daban las mismas circunstancias de ausencia de títulos, y
propiedades ganadas por usucapión.
Estamos seguros de que, ahora si,
Grecia logrará su objetivo de dotarse del catastro que el país necesita. Para
ello deberán demostrar que se han superado las graves limitaciones que hicieron
abortar intentos anteriores, y entre las cuales los fenómenos de corrupción no
fueron una cuestión menor.
Como nos recuerda Julio César
Muñiz Pérez, autor del artículo “La
crisis griega y la ineficiencia catastral”, publicado en la revista CT-Catastro
en 2012 y de lectura obligatoria para los que deseen profundizar en el tema, ya
el 14 de octubre de 2002, en el acto de creación del Comité Permanente sobre el
Catastro en la Unión Europea, celebrado en Ispra (Italia), los representantes
griegos hicieron constar expresamente en el acta que su principal tarea en los
próximos años sería establecer el Catastro en Grecia. Los que estuvimos allí
recordamos bien ese momento. Once años después este compromiso, manifestado
públicamente, parece que empieza a producir resultado.
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