En una reciente presentación a
los medios de comunicación, un grupo de arqueólogos italianos ha dado a conocer
el resultado de los trabajos realizados durante los últimos años, gracias a los
cuales han logrado recomponer parte del rompecabezas del catastro de la Roma
imperial.
Se trata de un trabajo minucioso
de reconstrucción de más de 1.200 piezas, que ha permitido recomponer 235
metros cuadrados de "detallada
topografía en losas de mármol que indican barrios, casas, galerías, templos y
tiendas, una vista única del antiguo paisaje urbano de Roma". Para llegar
a este resultado, ha sido esencial el hallazgo de nuevos fragmentos de mármol
de la conocida como 'Forma Urbis', un
auténtico mapa en piedra de la Antigua Roma creado bajo el emperador Septimio
Severo entre los años 203 y 211, el cual había sido destruido a lo largo de la
historia y repartido en miles de piezas inconexas por toda Roma. Las piezas de
las que disponen actualmente corresponden "aproximadamente a una décima parte del total del catastro, lo que
equivale a cerca de 25.000 metros cuadrados de la Roma antigua".
El arqueólogo Roberto Meneghini,
responsable del proyecto, destaca varias singularidades de este Catastro:
En primer término, la actual
representación en losas de marmol era una copia del original, elaborado en
láminas de bronce. La gran facilidad del
bronce para ser reutilizado fue sin duda la causa de que este catastro original
desapareciera casi en su totalidad.
En segundo término, Meneghini
precisó que uno de los datos más singulares que se desprende de estos hallazgos
es que "numerosas propietarias de
edificios eran mujeres, un hecho que subraya la importancia y el papel que
desempeñaban en esta época".
Finalmente, es significativo que
el Catastro recuperado describiese tanto el rango de las calles y los detalles
de la anchura de los edificios, como el nombre de los propietarios de los
inmuebles y el valor económico de los edificios. Es decir, aparece ya nítidamente
la distribución entre datos físicos, jurídicos y económicos, que conjuntamente forman
los modelos de datos de muchos de los catastros actuales. Así lo percibe
también el responsable del proyecto cuando señala que el valor de esta "memoria viva de la Roma antigua tiene un
significado muy cercano al concepto de catastro moderno, tal y como lo
conocemos hoy".
Esta reconstrucción del catastro
de la Roma imperial se podrá visitar por primera vez en el Museo del Ara Pacis
de Roma, y estará expuesto hasta el 17 de marzo.
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