martes, 6 de febrero de 2018

¿Datos o infraestructura?: ¿Por dónde empezar un proyecto de modernización catastral?.

Siempre que se ha de afrontar el diseño de un proyecto de reforma catastral es imprescindible revisar los casos que anteriormente se iniciaron en el mismo país o en otros similares, para estudiar los elementos que definieron el éxito o el fracaso de los mismos.

En los últimos veinte años Latinoamérica ha sido una de las regiones en las que se han puesto en marcha algunos de los proyectos de reforma de los catastros más interesantes. Sin embargo, no todos estos proyectos alcanzaron los objetivos deseados. Analizando algunos de estos proyectos fallidos se observa que los motivos que determinaron estos resultados no fueron la falta de acceso a la tecnología necesaria ,-mucha de esta tecnología, sobre todo la generada por empresas de Estados Unidos, puede incluso llegar antes a Latinoamérica que a Europa-, ni tampoco la de profesionales cualificados que puedan participar en el proyecto, -en algunos países de Latinoamérica existen escuelas universitarias que imparten muy buena formación en ciencias de la tierra, y especialmente en Catastro-.

Si no faltaron recursos humanos ni tecnología, ¿qué originó entonces los fracasos detectados?. Como respuesta puede decirse que la carencia que se repite en casi todos estos proyectos es la existencia de déficits notables de infraestructura catastral. Y aquí utilizamos el criterio de “infraestructura” en su sentido más amplio, puesto que dentro de él incluimos:

-      La infraestructura normativa, que incluye el conjunto de normas de distinto rango que definen con precisión qué institución es responsable del Catastro, cuáles son sus competencias y cuales sus métodos de trabajo.

-      La infraestructura institucional, que se refiere al conjunto de recursos materiales (edificios, mobiliario, etc.), humanos y financieros de los que dispone una entidad pública con funciones catastrales, y con la que da cumplimiento a sus obligaciones.

-          Y finalmente, la infraestructura tecnológica, que incluye todos los recursos de hardware y software, especializado y no especializado, que debe de encontrase disponible para hacer frente a la captura, gestión y divulgación de la información catastral, tanto gráfica como alfanumérica.
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En definitiva, y como se resume en la siguiente imagen, un proyecto de reforma catastral bien equilibrado requiere de una plena integración entre infraestructuras y datos, si es que se desea evitar riesgos graves en su desarrollo.


En algunos países latinoamericanos se han puesto en marcha en los últimos años procesos de reforma catastral que han otorgado un gran peso a la captura y actualización de la información catastral, en todos sus aspectos. Así, se han adquirido ortofotografías y modelos digitales del terreno, se ha elaborado cartografía catastral, se han realizado barridos para identificar con precisión linderos y edificaciones, se han capturado fotografías de todos los edificios, o se ha actualizado los datos de titularidad jurídica o del valor catastral de las propiedades.

En algunos casos, estos procesos de captura masiva de información se han realizado previamente a que existiera una infraestructura legal, institucional o tecnológica ya establecida y capaz de recibirla, olvidando una de las reglas básicas de la actividad catastral y que no es otra que el enorme dinamismo de los datos que forma el Catastro, característica me gusta resumir señalando, con humor pero también con rigor, que “nada se mueve más que la propiedad inmueble”. No es infrecuente encontrar proyectos en los que las ortofotografías realizadas, las nuevas cartografías o los datos jurídicos levantados se quedan obsoletos y pierden buena parte de su valor en unos pocos años, porque no se integraron dentro de un sistema que garantizase la actualización permanente de esa información. Como consecuencia, algunos años después es necesario rehacer el trabajo realizado al comprobarse que los datos se han quedado desfasados.

En definitiva, es como si se hubieran adquirido los aviones antes de hacer el aeropuerto desde donde deben operar, o como si se suministran los materiales para construir un edificio antes de de que el arquitecto realice el proyecto.

En algunos proyectos recientes la necesidad de desarrollar la modernización del Catastro en un periodo de tiempo limitado obliga a las autoridades responsables a definir un modelo en el que se ejecutan simultáneamente la construcción de la infraestructura y la captura de datos. En estos casos, es imprescindible desarrollar una planificación del proyecto de gran precisión, que garantice que el dato capturado no queda “flotando” porque no se ha desarrollado todavía el sistema que debe acogerlo.

Mayor problema es el caso en el que el conflicto entre instituciones desorienta un proyecto inicialmente bien planteado, pero que se ve desviado en su ejecución. Este parece ser el caso de Colombia en la actualidad.

En una reciente presentación de Mauricio Iregui, Subdirector Finanzas Públicas Territoriales del Departamento Nacional de Planeación (puedes encontrarla en el siguiente enlace:)
se indica que, en el momento actual, la implementación del proyecto de catastro multipropósito en Colombia viene marcada por el desarrollo previo de seis cambios estructurales y críticos, que se describen en la siguiente imagen:



Sin embargo, los puntos 3 (reforma institucional) y 4 (Ley Catastral), -situados plenamente dentro de lo definíamos en los párrafos anteriores como infraestructuras institucional y normativa-, se encuentran pendientes de resolución, cuando deberían preceder a los proyectos piloto ya en ejecución destinados a la captura masiva de información. Será compromiso del nuevo Gobierno surgido tras las próximas elecciones aprobar el ahora paralizado Proyecto de Ley por el cual se regula el Sistema Nacional Catastral Multipropósito, lo cual supondrá no sólo la plena cobertura jurídica del modelo, sino también la resolución definitiva de cuál será la institución que finalmente lidere las competencias en materia catastral en Colombia.

Retomando la reflexión inicial, no parece adecuado desarrollar importantes proyectos de “barrido predial” orientados a la captura masiva de información, como se está haciendo por parte de algunas instituciones colombianas, sin la existencia previa de una fuerte institución catastral que lidere el proceso, y sea la base de las infraestructuras normativas, institucional y tecnológica que todavía están por definir en el modelo catastral.

Parece conveniente sugerir que Colombia debería resolver los conflictos institucionales y legales que han surgido alrededor del proyecto de nuevo Catastro multipropósito, y dotarse de la adecuada infraestructura legal, institucional y tecnológica, antes de seguir desarrollado proyectos de captura masiva de información.


2 comentarios:

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  2. Esta situación es muy semejante a lo que tenemos en Brazil donde no hay hasta el momento una institución que se encarga de coordinar lo proceso de Catastro. Pienso que esta institución deberia ser el Incra, poseedor de gran parte de las informaciones de mejor calidad.

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