miércoles, 7 de marzo de 2018

Computación cognitiva y su posible aplicación a las actividades catastrales: de nuevo la cuestión de la madurez de las tecnologías innovadoras.


La implementación de la inteligencia artificial en los instrumentos de gestión se está proponiendo de manera reiterada como el hecho que provocará una profunda transformación en la forma que las administraciones públicas y las empresas tienen de relacionarse con los ciudadanos y los clientes. Conceptos como computación cognitiva, machine learning, deep learning, o chatbots, entre otros, abren nuevas perspectivas en la personalización de iniciativas y acciones por medio de tecnologías avanzadas.

Si aceptamos las descripciones que hacen quienes impulsan la aplicación de estas tecnologías, el uso de las mismas permitiría analizar y predecir comportamientos de relación y uso de los servicios públicos en tiempo real gracias a la inteligencia artificial. Una propuesta, aparentemente ya disponible, que abriría un amplio abanico de posibilidades a aquellas Administraciones públicas que más rápido sepan adaptarse a estos escenarios, y que les permitiría ir un paso más allá en la definición de nuevos espacios con los que mejorar la experiencia de los ciudadanos en su relación con los servicios públicos.

La gestión inteligente de toda la información que gestiona el Catastro aparece, en este entorno, como el escenario ideal para la implantación de proyectos basados en herramientas de computación cognitiva, desde sus aplicaciones más inmediatas, -como los asistentes virtuales o chatbot-, hasta sus usos más sofisticados y relativos a la anticipación del comportamiento humano, aplicaciones predictivas, usos relacionales o la identificación de servicios públicos hiperpersonalizados.

Como hemos señalado, el Catastro puede ser el entorno ideal para poner en práctica estas nuevas posibilidades, y ello por dos motivos.

En primer lugar, porque dispone de una ingente información sobre los inmuebles de todo el país y sus propietarios, y su valor depende de que dicha información se encuentre permanentemente actualizada.

 Y en segundo lugar, porque el Catastro se ha convertido en una muy relevante entidad prestadora de servicios, fundamentalmente a través de su Sede Electrónica, lo que le permite disponer ya de una plataforma tecnológica muy eficiente sobre la que implantar estas nuevas tecnologías.


De esta forma, y como meros ejemplos, estas tecnologías podrían ser aplicada en distintos tipos de actividades:

Así, los asistentes virtuales o chatbots serían útiles para:
-Ayudar en el acceso y uso de todos los servicios INSPIRE, de consulta y descarga de datos y cartografía,  que ofrece la Dirección General del Catastro. http://www.catastro.minhap.es/webinspire/index.html

-Asistir a los ciudadanos en todo lo relacionado con los distintos modelos de declaraciones catastrales que han de presentar en función de la actividad realizada (obra nueva, segregación ,cambio de titularidad, etc.)

-Asimismo, los asistentes virtuales podrían ayudar a Registradores, Notarios y otros profesionales al cumplimiento de los requisitos derivados de la Ley 13/2015, que establece los procedimientos efectivos de coordinación con el Catastro mediante modelos no siempre sencillos de entender y cumplir, como queda de manifiesto en la guía editada por la Dirección General del Catastro para el uso de la información gráfica catastral en el tráfico inmobiliario.

Las herramientas de analítica basadas en inteligencia artificial podrían ser una importantísima herramienta para poner en valor toda la información de los inmuebles, tanto mediante la explotación de la información propia como agregando en el estudio información procedente de otras fuentes. Esto permitiría ir mucho más allá en la construcción de estudios como los recientemente publicados en el número 89 de la revista CT- Catastro sobre estructura de la edificación y análisis de densidad residencial, o el estudio del tipo edificatorio como estrategia para la valoración territorial http://www.catastro.meh.es/documentos/publicaciones/ct/ct89/Catastro_89_accesible.pdf

Finalmente, las herramientas predictivas y de recomendación podrían ser muy eficientes para anticiparse y facilitar a aquellos obligados el cumplimiento de la obligación de declarar, cuando van a construir, alterar la estructura de sus parcelas, o cambiar sus cultivos, por ejemplo. Estas herramientas sería definitivas para favorecer la implantación del “borrador de declaración catastral”, al que nos referimos en una entrada anterior, mejorando el actual modelo de “comunicación”: http://catastreros.blogspot.com.es/2016/06/deberian-perfeccionarse-algunos.html


Ahora bien, no debe olvidarse que la implantación de estas nuevas tecnologías en el Catastro ha de pasar por una previa reflexión en profundidad sobre si se encuentran o no suficientemente maduras, en un doble sentido:

En primer término, analizando la propia tecnología y los casos de implantación real en entornos similares conocidos, evitando en todo caso comprometer recursos técnicos y financieros en proyectos que no ofrecen un alto grado de garantía de éxito, por encontrase inmaduros en distintos aspectos, como por ejemplo ocurrió en el año 2007 con el servicio de búsqueda de la referencia catastral a través de la entonces nueva TDT. En el caso de la inteligencia artificial, un ejemplo de lo que a nuestro juicio es, hoy por hoy, una tecnología inmadura son los chatbot que utilizan procesamiento de lenguaje natural que permite comprender el significado de una consulta verbal o escrita, en lugar de simplemente usar palabras clave. No parece una herramienta de implementación inmediata para utilizar en los servicios catastrales, y menos si tenemos en cuenta que dichos servicios han de prestarse en las cuatro lenguas oficiales existentes en España.

Y en segundo lugar, y no menos importante, analizando si la propia organización del Catastro, en el sentido más amplio de la expresión, está madura para asumir esta nueva tecnología. Este análisis va desde la propia infraestructura tecnológica o la formación y capacidades del personal que ha de implantarla y utilizarla, hasta cuestiones tan específicas y relevantes como las derivada del nuevo sistema de protección de datos derivado de la GDPR.

En la siguiente imagen se resumen las principales materias relacionadas el análisis de madurez de las tecnologías:



En definitiva, sí parece que ha llegado ya el momento en que desde la Dirección General del Catastro se empiecen a estudiar las opciones que ofrecen las nuevas herramientas de computación cognitiva, pero corresponde a los responsables del centro directivo controlar el proceso para no convertir la iniciativa en un campo de experimentación de nuevas tecnologías, función que no se pueden permitir las Administraciones Públicas en los servicios directos que prestan a los ciudadanos.

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