La implementación de la
inteligencia artificial en los instrumentos de gestión se está proponiendo de
manera reiterada como el hecho que provocará una profunda transformación en la
forma que las administraciones públicas y las empresas tienen de relacionarse
con los ciudadanos y los clientes. Conceptos como computación cognitiva, machine learning, deep learning, o chatbots,
entre otros, abren nuevas perspectivas en la personalización de iniciativas y
acciones por medio de tecnologías avanzadas.
Si aceptamos las descripciones
que hacen quienes impulsan la aplicación de estas tecnologías, el uso de las
mismas permitiría analizar y predecir comportamientos de relación y uso de los
servicios públicos en tiempo real gracias a la inteligencia artificial. Una
propuesta, aparentemente ya disponible, que abriría un amplio abanico de posibilidades
a aquellas Administraciones públicas que más rápido sepan adaptarse a estos
escenarios, y que les permitiría ir un paso más allá en la definición de nuevos
espacios con los que mejorar la experiencia de los ciudadanos en su relación
con los servicios públicos.
La gestión inteligente de toda la
información que gestiona el Catastro aparece, en este entorno, como el
escenario ideal para la implantación de proyectos basados en herramientas de
computación cognitiva, desde sus aplicaciones más inmediatas, -como los asistentes
virtuales o chatbot-, hasta sus usos más sofisticados y relativos a la anticipación
del comportamiento humano, aplicaciones predictivas, usos relacionales o la
identificación de servicios públicos hiperpersonalizados.
Como hemos señalado, el Catastro
puede ser el entorno ideal para poner en práctica estas nuevas posibilidades, y
ello por dos motivos.
En primer lugar, porque dispone
de una ingente información sobre los inmuebles de todo el país y sus
propietarios, y su valor depende de que dicha información se encuentre permanentemente
actualizada.
Y en segundo lugar, porque el Catastro se ha
convertido en una muy relevante entidad prestadora de servicios,
fundamentalmente a través de su Sede Electrónica, lo que le permite disponer ya
de una plataforma tecnológica muy eficiente sobre la que implantar estas nuevas
tecnologías.
De esta forma, y como meros
ejemplos, estas tecnologías podrían ser aplicada en distintos tipos de
actividades:
Así, los asistentes virtuales o chatbots serían útiles para:
-Ayudar en el
acceso y uso de todos los servicios INSPIRE, de consulta y descarga de datos y
cartografía, que ofrece la Dirección General
del Catastro. http://www.catastro.minhap.es/webinspire/index.html
-Asistir a los
ciudadanos en todo lo relacionado con los distintos modelos
de declaraciones catastrales que han de presentar en función de la actividad
realizada (obra nueva, segregación ,cambio de titularidad, etc.)
-Asimismo, los
asistentes virtuales podrían ayudar a Registradores, Notarios y otros
profesionales al cumplimiento de los requisitos derivados de la Ley 13/2015,
que establece los procedimientos efectivos de coordinación con el Catastro
mediante modelos no siempre sencillos de entender y cumplir, como queda de
manifiesto en la guía editada por la Dirección General del Catastro para el uso
de la información gráfica catastral en el tráfico inmobiliario.
Las herramientas de analítica basadas en inteligencia artificial podrían
ser una importantísima herramienta para poner en valor toda la información de
los inmuebles, tanto mediante la explotación de la información propia como
agregando en el estudio información procedente de otras fuentes. Esto
permitiría ir mucho más allá en la construcción de estudios como los
recientemente publicados en el número 89 de la revista CT- Catastro sobre estructura
de la edificación y análisis de densidad residencial, o el estudio del tipo
edificatorio como estrategia para la valoración territorial http://www.catastro.meh.es/documentos/publicaciones/ct/ct89/Catastro_89_accesible.pdf
Finalmente, las herramientas predictivas y de recomendación
podrían ser muy eficientes para anticiparse y facilitar a aquellos obligados el
cumplimiento de la obligación de declarar, cuando van a construir, alterar la
estructura de sus parcelas, o cambiar sus cultivos, por ejemplo. Estas
herramientas sería definitivas para favorecer la implantación del “borrador de
declaración catastral”, al que nos referimos en una entrada anterior, mejorando
el actual modelo de “comunicación”: http://catastreros.blogspot.com.es/2016/06/deberian-perfeccionarse-algunos.html
Ahora bien, no debe olvidarse que
la implantación de estas nuevas tecnologías en el Catastro ha de pasar por una
previa reflexión en profundidad sobre si se encuentran o no suficientemente
maduras, en un doble sentido:
En primer término, analizando la
propia tecnología y los casos de implantación real en entornos similares conocidos,
evitando en todo caso comprometer recursos técnicos y financieros en proyectos
que no ofrecen un alto grado de garantía de éxito, por encontrase inmaduros en
distintos aspectos, como por ejemplo ocurrió en el año 2007 con el servicio de
búsqueda de la referencia catastral a través de la entonces nueva TDT. En el
caso de la inteligencia artificial, un ejemplo de lo que a nuestro juicio es, hoy
por hoy, una tecnología inmadura son los chatbot que utilizan procesamiento de
lenguaje natural que permite comprender el significado de una consulta verbal o
escrita, en lugar de simplemente usar palabras clave. No parece una herramienta
de implementación inmediata para utilizar en los servicios catastrales, y menos
si tenemos en cuenta que dichos servicios han de prestarse en las cuatro
lenguas oficiales existentes en España.
Y en segundo lugar, y no menos
importante, analizando si la propia organización del Catastro, en el sentido
más amplio de la expresión, está madura para asumir esta nueva tecnología. Este
análisis va desde la propia infraestructura tecnológica o la formación y capacidades del personal que ha
de implantarla y utilizarla, hasta cuestiones tan específicas y relevantes como
las derivada del nuevo sistema de protección de datos derivado
de la GDPR.
En la siguiente imagen se resumen
las principales materias relacionadas el análisis de madurez de las
tecnologías:
En definitiva, sí parece que ha llegado
ya el momento en que desde la Dirección General del Catastro se empiecen a estudiar
las opciones que ofrecen las nuevas herramientas de computación cognitiva, pero
corresponde a los responsables del centro directivo controlar el proceso para
no convertir la iniciativa en un campo de experimentación de nuevas
tecnologías, función que no se pueden permitir las Administraciones Públicas en
los servicios directos que prestan a los ciudadanos.
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