Como es sabido la coordinación eficaz
y eficiente entre Catastro, Registro de la Propiedad y Notarios en España es
una asignatura pendiente, y parece que de difícil superación. El debate es de
un gran calado jurídico y técnico, y por ello este no es el lugar adecuado para
exponerlo en toda su complejidad. Baste ahora con señalar que el principal
escollo se encuentra en hacer encajar la base gráfica y alfanumérica del Catastro
con la base gráfica registral, definiendo con precisión la naturaleza jurídica,
alcance y efectos de ambos instrumentos y sus contenidos. Es evidente la
influencia de este debate sobre la actividad notarial, dado el papel que
corresponde asumir a los Notarios como garantes de la fe pública, y la forma en
que esta queda afectada por la información descriptiva y gráfica de los
inmuebles que incluyen ambos sistemas, y que en ocasiones resulta marcadamente
contradictoria.
Uno de las características de
esta ya larga falta de entendimiento es que periódicamente surge un nuevo hecho
o una nueva ocasión que vuelve a abrir el enfrentamiento, poniendo de
manifiesto cómo la cuestión afecta a todos los profesionales interesados, incluso
hasta la visceralidad. El último capítulo lo ha abierto la Sentencia de la
Audiencia Provincial de Tenerife de 12-12-2012, donde se revoca la calificación
negativa del Registrador de Icod de los Vinos, que se basaba en el sistema de
bases gráficas registrales (GEOBASE), al negarse cualquier validez jurídica a
sus contenidos y afirmándose en la sentencia que “…la única base gráfica exigida legalmente es la certificación catastral
descriptiva y gráfica de la finca, …” .
Ni que decir tiene que esta
sentencia ha creado de nuevo el espacio de enfrentamiento que ha permitido
manifestaciones a favor y en contra desde los colectivos registral y notarial,
tanto en forma de manifestaciones colegiales, como de meras opiniones individuales.
Como ejemplo, véase:
¿Realmente es imposible el
acuerdo para salir de este barrizal en el que permanecen atascadas tres instituciones
(Catastro, Registro y Notariado), fundamentales para la salida eficiente de la
crisis económica?. ¿Qué elementos diferenciales se presentan en España (y por
extensión histórica en algunos países de Latinoamérica) que hacen imposible
resolver lo que en la práctica totalidad de los países de la OCDE no es ni
siquiera motivo de conflicto?.
No voy a avanzar respuestas a
estas cuestiones aquí, a pesar de que algunas tengo, después de varios años de
vivir el conflicto desde la óptica catastral. Me consta que ciudadanos y
profesionales –también muchos notarios y registradores- queremos que esta situación se resuelva cuanto
antes. Pero para ello va a ser necesaria “otra actitud” por parte de los
responsables de las instituciones públicas y de los Colegios Profesionales
involucrados. Es evidente que si seguimos igual, buscando el conflicto y utilizándolo
como arma arrojadiza, sólo conseguiremos lo mismo, o sea, nada.
Sería también muy bueno que la
solución se abordara desde el análisis del propio problema, sin dejarse intoxicar
por situaciones coyunturales que, periódicamente, se aprovechan de su
existencia para fijar posiciones. ¿Acaso no es esto lo que está ocurriendo en
este momento, ante la que parece conflictiva redacción del “Anteproyecto de Ley
de Reforma de los Registros Públicos” que está elaborando la Dirección General
para los Registros y el Notariado?.