martes, 29 de diciembre de 2015

El Catastro como motor de los procesos de modernización institucional de los países.

Recientemente ha sido publicado el libro coordinado por Mario Bergara, exMinistro de Economía y Finanzas de Uruguay, y actual Presidente del Banco Central, con un título sugerente: “Las nuevas reglas de juego en Uruguay. Incentivos e instituciones en una década de reformas”.

El libro, en el que participan varios autores,  da continuidad a uno anterior  publicado en 2003 y titulado  “Las reglas de juego en Uruguay”, y tiene por ello el valor añadido de permitir la evaluación de las transformaciones institucionales  realizadas en ese país en más de una década, demostrando con ello que “el conjunto amplio de procesos transformadores, … , tiene como consecuencias un cambio integral en las reglas del juego genéricas en la economía y en la sociedad uruguayas”.

Se trata de un ejemplo muy interesante que muestra cómo se logran avances importantes en la sociedad civil transformando las instituciones, objetivo este que siempre ha de estar en la mente de los gestores públicos, que frecuentemente son absorbidos por sus problemas inmediatos y  olvidan la posición privilegiada para liderar el cambio social, que les aporta su cargo.

En este libro Sylvia Amado, Directora Nacional del Catastro uruguayo, explica con detalle cómo los procesos de reforma llevados a cabo en esta institución han contribuido a este cambio. Repasa la autora distintas iniciativas implementadas a partir de la redefinición de la Misión y la Visión de la organización, que  permitieron  “el inicio de un verdadero proceso de reformas profundas y de transformación institucional que atacaron no sólo la gestión, sino la esencia de la cultura organizacional de cara a la prestación de servicios públicos de mayor calidad bajo los principios de apertura, accesibilidad, transparencia y gratuidad para la ciudadanía”.

Esta transformación ha situado a la Dirección Nacional del Catastro de Uruguay en el liderazgo de los procesos de implantación de la administración electrónica del país.

Se trata de un trabajo de lectura obligada para quienes deseen abordar procesos de reforma en las instituciones catastrales latinoamericanas. Puede verse un extracto en la noticia publicada por le edición digital del Diario La República, en el siguiente enlace:


En España el caso es muy similar. Es  interesante constatar cómo la imagen negativa que tradicionalmente acompañaba a la institución ha cambiado radicalmente, y como  el Catastro se ha convertido en una institución líder, al menos  en tres aspectos clave:

-Lidera los modelos de colaboración responsable en la gestión pública, gracias a la integración de procedimientos eficaces de cooperación entre municipios, Comunidades Autónomas y Administración General del Estado. Ahora que tanto se habla de “tensiones territoriales” en España, el modelo de gestión colaborativa del Catastro debería ser un ejemplo para garantizar simultáneamente la participación de todas las Administraciones Públicas y la igualdad de todos los españoles en el tratamiento de sus derechos y obligaciones.

-Lidera la innovación tecnológica, y no sólo en el ámbito de las Administraciones Públicas. Como ejemplo de ello pueden citarse las Órdenes Ministeriales recientemente publicadas en las que se actualizan los sistemas catastrales para el uso de firma electrónica de clave concertada, y de código seguro de verificación. 

-Pero, sobre todo, lidera los modelos de prestación de servicios a los ciudadanos, especialmente a través de la Sede Electrónica del Catastro, sin duda uno de los mejores ejemplos en la Unión Europea de aplicación efectiva de políticas de “open data”, como se constata año a año por  los resultados obtenidos:  En 2014 se expidieron a través de la Sede  -cada día- más de  16.500 certificados digitales, se atendieron más de 425.000 consultas de datos alfanuméricos, y se expidieron más de 425.000 mapas digitales.

Para conocer con más detalle lo que supuso este proceso innovador y como se contribuyó a él desde el Catastro español, podemos concluir citando otro libro de estructura y contenido similar. Se trata de la publicación titulada “Administración electrónica. El modelo español”, en el que también varios autores plantean su visión sobre las importantes reformas planteadas en distintos ámbitos de la Administración Pública española.  Entre los trabajos incluidos destaca el trabajo de Fernando Serrano Martínez, entonces Subdirector General de Sistemas de Información del Catastro, donde explica con detalle algunas de las aportaciones y experiencias reformadoras del Catastro español,  causantes del modelo de éxito hoy alcanzado. Puedes encontrarlo en:

martes, 22 de diciembre de 2015

¡Feliz Navidad y que 2016 nos traiga un Catastro lleno de buenas sorpresas!

Estimados catastreros:

¡Os deseo todo lo mejor en estas fechas!.

Me gustaría que dedicáramos unos momentos a recordar que lo mejor de nuestro trabajo es que puede ser enormemente valioso para ayudar a todos aquellos seres humanos para los que es una inquietud diaria el acceso a la vivienda digna, o el reconocimiento del derecho a la propiedad de su tierra.

Muy probablemente el año que viene veremos en Latinoamérica iniciativas muy importantes relacionadas con el derecho a la propiedad de la tierra y con la restitución a aquellos que fueron desplazados por la violencia, y en España es casi seguro que el debate sobre el derecho a una vivienda digna será una cuestión prioritaria en el debate político.


Será por tanto un buen año para demostrar que también el Catastro es una herramienta decisiva para reforzar la seguridad jurídica y para luchar por los derechos humanos.


lunes, 14 de diciembre de 2015

Los conflictos entre Catastro y Registro en Latinoamérica sólo se resolverán con decisiones políticas. (Una sugerencia para los trabajos que debe abordar la recién creada Red Interamericana de Catastro y Registro de la Propiedad).

Durante un número importante de años tuve la ocasión de coordinar los cursos para directivos y técnicos latinoamericanos de Catastro, que se impartían en España dentro de los programas de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Conservo de esa época bastantes buenos amigos, con quienes tengo el placer de reencontrarme de vez en cuando con motivo de algún viaje o evento, como me acaba de ocurrir en Colombia.

En esos cursos desarrollábamos un seminario específicamente dirigido a identificar estrategias que ayudasen a desarrollar proyectos de Catastro en la región. En dicho seminario siempre concluíamos que eran cuestiones relacionadas con la fortaleza de las instituciones catastrales y con el bajo apoyo político, -generalmente demostrado en la insuficiente cobertura financiera-,  las que otorgaban el éxito o el fracaso final a estas iniciativas. Por el contrario, las dificultades para acceder a las nuevas tecnologías, necesarias para implementar un Catastro moderno, no se identificaban como una causa expresa que condicionase el buen resultado de los proyectos. Habitualmente coincidíamos en que no faltaba tecnología para desarrollar proyectos de Catastro en Latinoamérica

En términos similares se expresaron varios de los participantes en el evento recientemente celebrado en Bogotá, dentro de la primera reunión de la Red Interamericana de Catastro y Registro de la Propiedad, auspiciada por la OEA y el Banco Mundial. En concreto, recuerdo expresamente una intervención muy clara en este sentido de Jorge Muñoz, Gerente de la Unidad Global de Tierras y Análisis Geoespacial del Banco Mundial.

En una entrada anterior, de mayo de 2013, titulada “Tres preguntas (frecuentemente sin respuesta) que deberían hacerse quienes buscan una coordinación real entre Catastro y Registro de la Propiedad”, y que puede consultarse en este enlace: http://catastreros.blogspot.com.es/2013/05/tres-preguntas-frecuentemente-sin.html
ya traté el tema de la necesidad de abordar los procesos de mejora en la coordinación de Catastros y Registros de la Propiedad en América Latina, como un problema esencialmente político.
Recomiendo repasar íntegramente esta entrada, de la que traigo ahora esta cita concreta: 
“Trabajando con distintos responsables latinoamericanos de ambas instituciones que desean abordar iniciativas para la coordinación, y antes de estudiar el alcance concreto de su problema, me gusta plantearles tres cuestiones concretas:

1ª.- ¿Existe voluntad política y técnica para coordinar ambas instituciones?.

2ª.- Si una misma finca tienen distinta información (de propietarios, linderos, superficie, etc.) en Catastro y en Registro,  ¿existen criterios, con el rango legal adecuado, que definan qué dato de los dos prevalecerá sobre el otro?.

3ª- Identificado el dato que prevalece, ¿se corrige el dato erróneo en la correspondiente base de datos para que coincida plenamente con este?.

Sorprendentemente en multitud de ocasiones las preguntas 2 y 3 no suelen tener una respuesta positiva. Aunque exista la voluntad política de comenzar procesos de coordinación, es muy frecuente que estos proyectos no incluyan respuestas para estas cuestiones, lo que supone que se acaban paralizando en sus primeras fases, una vez que se ha elaborado la lista de fincas que se identifican como la misma en ambas bases de datos, y se visualizan las diferencias en la información.
Es decir, se llega a saber que se trata de la misma finca, pero no se sabe qué hacer con los datos discrepantes.”


Dicho de otra forma, realizados los esfuerzos técnicos oportunos para diagnosticar el problema (el proyecto ICARE en Colombia, o los procesos de vinculación catastro-registro desarrollados en numerosos catastros mexicanos, son buenos ejemplos de ello), parece que sigue faltando decisión política para resolver la cuestión.

Llegados a la necesidad de adoptar decisiones que deben ser aceptadas por todas las instituciones implicadas, incluso en contra de sus intereses corporativos, en muy pocas ocasiones los gobiernos han adoptado decisiones contundentes para romper esta mala situación, que se prolonga durante décadas.

Fijándonos en cómo se ha tratado esta cuestión en otros países de Europa, en Australia o en Canadá, donde el conflicto ya se ha resuelto hace muchos años, sólo caben dos vías eficaces de actuación:
-Acabando con la disparidad institucional, bien refundiendo ambas instituciones en una, o al menos estableciendo bases de datos únicas, de tal manera que no sea posible la existencia de dos datos discrepantes del mismo predio sobre titularidad de los derechos, situación, superficie o linderos.
-Y otorgando prioridad temporal a los trabajos de identificación física de los predios (actividad que suele corresponder a los catastros), frente a las funciones de asignación o publicación de derechos, (labor propia de los Registros de la Propiedad), garantizando así que no se reconocen o se da publicidad a derechos que recaigan sobre predios descritos de forma confusa o contradictoria, o incluso que ni siquiera existen. ¿Cómo es posible que con el avance actual de la tecnología sigan produciéndose dobles inmatriculaciones registrales, o inscripciones  que describen emplazamientos, superficies o linderos que no se corresponden con la realidad?.

Estas y no otras son las decisiones que tendrán que adoptar tarde o temprano los responsables políticos de los gobiernos latinoamericanos que deseen realmente coordinar de manera definitiva el Catastro y el Registro de la Propiedad.


Pretender que el problema se va a resolver sólo aportando tecnología, es una visión errónea. La tecnología solo valdrá para divulgar y amplificar el error, si todo sigue igual, o para corregirlo, si se tomas las decisiones adecuadas.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Empieza sus actividades la Red Latinoamericana de Catastro y Registro de la Propiedad.

Durante los pasados días 2 y 3 de diciembre ha tenido lugar en Bogotá el desarrollo de la Primera Reunión de la Red Latinoamericana de Catastro y Registro de la Propiedad. La iniciativa, que sigue a otras redes creadas  anteriormente con éxito, como es el caso de la Red Interamericana de Compras Gubernamentales (RICG), es una iniciativa de los países de las Américas constituida como un mecanismo de cooperación técnica regional, integrada por las instituciones gubernamentales representadas por los directores nacionales que tienen la máxima responsabilidad relacionada con la regulación, gestión y modernización de los catastros y los registros de la propiedad.

A esta primera reunión asistieron los delegados de Brasil, Chile, Perú, Ecuador, Costa Rica, Uruguay, Jamaica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Venezuela,  Antigua y Barbuda y San Cristóbal y Nieves. 



La Red que ahora inicia su andadura tiene sus antecedentes en las actividades desarrolladas por el Comité Permanente del Catastro en Iberoamérica. Tiene como objetivo promover y mantener espacios de reflexión, conocimiento mutuo, cooperación técnica horizontal, capacitación e intercambio de experiencias entre las agencias y/u organismos del catastro y de registro de la propiedad en las Américas, con el propósito de contribuir con el avance de los sistemas catastrales y registrales, el establecimiento de los sistemas de administración y gestión de tierras, y los objetivos del desarrollo sostenible.

Como ocurre con las otras redes creadas anteriormente bajo el impulso de la OEA, es previsible que la nueva Red se dote de Estatutos propios, que deberán ser aprobados por los miembros, y se estructura de la siguiente manera: La Secretaría Técnica,  asumida y sostenida por la OEA, un Presidente, y un Comité Ejecutivo integrado por representantes de países miembros correspondientes a las 5 áreas geográficas de la región.

La autoridades catastrales y registrales de los 18 países participantes designaron al Instituto Geográfico Agustín Codazzi,  IGAC, para que Colombia sea quien presida esta instancia durante un año. Asimismo se eligieron las siguientes delegaciones regionales: región norte, México; región Centroamérica, Panamá; Región Andina, Perú; Región sur, Uruguay.

Entre las acciones que pondrá en marcha la red se encuentran:

Generar una guía técnica, unos lineamientos, unas recomendaciones de cómo debe darse la interrelación entre catastro – registro a la luz de los diferentes modelos que existen en cada uno de los países y buscando unas posibles soluciones para tratar de tener una línea de acción.

Generar un espacio virtual para la Red en donde se tenga registro de los proyectos programados o en ejecución en materia de catastro y registro en cada uno de los países que hacen parte de la red, buscando así, posibilitar la oferta de los países y las necesidades en materia de cooperación técnica, que permita materializar convenios a través de la experiencia, la capacitación e intercambio de experiencias, etc.

Identificación de temas de interés que se pueda desarrollar en foros, para compartir experiencias.

Establecer un mecanismo de interacción con otras redes o iniciativas como por el ejemplo el Comité Permanente sobre el Catastro en Iberoamérica (CPCI),  para que no se presenten superposiciones .


En la sesión también se escogió a Panamá como el anfitrión para la segunda reunión de la Red Interamericana de Catastro y Registro, que se celebrará en 2016.