La evolución de la cultura
tributaria está exigiendo que en los distintos tributos locales se defina con mayor
precisión la capacidad económica real de cada contribuyente. O dicho de otra
manera, tributos basados en tablas o en presunciones legales de capacidad
económica o de rendimientos, resultan hoy poco eficientes, generan modelos de
evolución limitada y, lo que es peor, se enfrentan a un riesgo probable de
inconstitucionalidad.
Podríamos decir que existe una corriente social y jurisprudencial
imparable que está exigiendo evolucionar hacia unos impuestos municipales que
valoren mejor la capacidad económica individual. Un ejemplo del objetivo a
perseguir en los tributos municipales sería el actual Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, en
el que la información precisa disponible de cada contribuyente permite que dos
personas con los mismos ingresos tengan que pagar distintas cuotas, al tener
una diferente capacidad económica.
En este escenario resulta
imprescindible una transformación en profundidad de las estructuras tributarias
de los municipios, que se ha de producir, fundamentalmente, con la clarificación de la situación
normativa actual, pero también con la aplicación de un modelo tecnológico más
avanzado, definido como “Smart taxes”.
La visión “Smat taxes” implica
aplicar los mismos criterios que rigen los modelos de “Smart cities” (básicamente,
la aplicación de tecnologías innovadoras en la detección, tratamiento y
análisis de multitud de datos) también en la gestión de los ingresos
municipales, y no sólo sobre los gastos, como ha ocurrido hasta ahora. La ventaja adicional respecto a
las iniciativas “smart cities” tradicionales es que, al estar asociadas las
iniciativas “smart taxes” al ingreso y no al gasto, la sostenibilidad financiera
de los proyectos está garantizada, lo que no ocurre en algunos proyectos “smart
city”, muy vinculados a modelos inestables basados en subvenciones.
"Smart taxes" implica tres ámbitos- tres "pilares"- de actuación:
Además, la inversión en proyectos
“smart taxes” permite la definición de un “ROI tributario”, es decir, la fijación
de un objetivo de recuperación de la inversión basado en el incremento
potencial de la recaudación de determinados tributos debido a la aplicación de
la iniciativa.
"Smart taxes" implica tres ámbitos- tres "pilares"- de actuación:
1º.- Una mayor capacidad de captura, tratamiento y analítica avanzada
de datos, lo que permitirá la construcción de un sistema de gestión basado
en un modelo real de gobernanza de los datos tributarios. Esta mayor capacidad
permitirá definir adecuadamente las capacidades económicas reales de los
contribuyentes mediante la captura inteligente de numerosa información, propia
y externa, que sirva para definir correctamente el perfil tributario del sujeto
pasivo en relación con cada uno de los tributos.
Esta iniciativa supondrá para el
contribuyente una clara mejoría en ámbitos concretos. Como ejemplos:
-“Smart taxes”
permitirá una gestión proactiva, lo que permitirá a los gestores de los
tributos municipales anticiparse y facilitar al contribuyente el cumplimiento
de las obligaciones tributarias. De nuevo podemos acudir al ejemplo del IRPF
con el “borrador de declaración”, que
no es más que la puesta a disposición del contribuyente de todos los datos
tributarios para facilitarle el cumplimiento de sus obligaciones. “Smart taxes”
permitirá, por ejemplo, anticipar al
ciudadanos toda la información necesaria en los supuestos de autoliquidaciones
de los distintos tributos municipales.
-La iniciativa
permitirá actualizaciones “automáticas” de padrones cuando se producen hechos
sujetos a tributación. Un ejemplo sería el IBI, donde la integración plena con
la información procedente de las licencias urbanísticas debe permitir descargar
al contribuyente de presentar determinadas declaraciones. Se conseguirá reducir
cargas administrativas a los contribuyentes lo que redunda en la mejora de la
productividad y en la competitividad de las empresas.
-Finalmente,
la mayor precisión en las capacidades económicas de los contribuyentes mediante
un modelo “Smart taxes” permitirá una mejor definición de aquellas causas de
naturaleza subjetiva que pueden permitir el acceso a un determinado beneficio
fiscal. De esta manera, conociendo previamente los requisitos que para cada caso se establezcan, se puede generar un
modelo de tramitación de este tipo de ayudas tributarias sin necesidad de que
el contribuyente tenga que acreditar o aportar ninguna documentación o
información adicional.
2º.- Una mejor identificación de sujetos pasivos, hechos imponibles y
actividades a partir de las herramientas de territorialización de la
información que aporta un “GIS Tributario”. Territorializar los datos
tributarios, y aquellos otros que pueden tener efectos fiscales, y asociar cada
uno de ellos a una coordenada geográfica, permitirá desarrollar análisis y
estudios basados en “inteligencia de geolocalización”. Las distintas soluciones
que estamos viendo como consecuencia de la COVID-19 demuestran de una manera
definitiva todas las posibilidades de estas herramientas.
Entre otras cuestiones permitirá
responder a la gran pregunta sobre “¿A
que se dedican mis impuestos?”, asociando información sobre gasto e ingreso
municipal, llegando al máximo nivel de granularidad, y superando el tradicional
nivel de análisis por Distritos o Barrios.
Finalmente, la incorporación de
modelos de representación 3D completarán la posibilidad de disponer de “gemelos
digitales” de la ciudad, con gran utilidad también para la actividad tributaria
en sus tres fases de gestión, recaudación e inspección.
3º.- Una mayor capacidad de gestión y de control mediante la aplicación
de tecnologías innovadoras. La progresiva incorporación de tecnologías
hasta ahora ajenas a la gestión tributaria permitirá mejorar sustancialmente
los resultados obtenidos. Se puede intuir este resultado con los siguientes
ejemplos:
-Imágenes
aéreas de alta y muy alta resolución son y serán definitivas para localizar
obras y reformas ilegales, u ocupaciones del dominio público no autorizadas.
-El uso de
tecnologías BIM en la solicitud de licencias urbanísticas facilitará
ampliamente la gestión de las mismas, y permitirá, por ejemplo, una precisa
definición del coste de ejecución material de las obras, a efectos del Impuesto
de Construcciones, Instalaciones y Obras.
-Disponer de
tecnología de laser scanner embarcada en vehículos que circulan por la ciudad
puede ser una herramienta definitiva para localizar andamios, obras, u ocupaciones de vía pública no autorizadas, o
que superan el alcance de lo autorizado.
-Finalmente,
la reciente modificación de la Ley General Tributaria para permitir el uso en
los procedimientos de aplicación de los tributos de sistemas digitales mediante
la videoconferencia u otro sistema similar que garantice la autoría,
autenticidad e integridad de la información, debería ser un auténtico revulsivo
para la gestión tributaria municipal.
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